En septiembre de este año, el Comité Central del Consejo
Mundial de Iglesias (CMI), reunido en Creta (Grecia), aprobó por unanimidad una
nueva Afirmación sobre Misión y Evangelización. El documento lleva por título: Juntos por la vida. Misión y evangelización en contextos cambiantes.
Fue elaborado por la Comisión de Misión Mundial y Evangelización y será
presentado en la 10ª Asamblea del CMI (Busán, Corea, 2013), aunque se propone
lograr un consenso más amplio, incluso con iglesias e instituciones que no son
miembros del CMI.
Hacia una renovación de la misión
Según el párrafo que lo introduce, el propósito del
documento es «buscar perspectivas, conceptos y orientaciones» que promuevan «la
renovación del entendimiento y la práctica de la misión y la evangelización en
contextos en evolución».
La Afirmación se abre con una lúcida introducción (nn. 1-11)
en la que se propone una visión teológica de la misión eclesial, enraizada en
la confesión de fe trinitaria y la vida del Espíritu, y, al mismo tiempo, se
invita a mirar la situación global del cristianismo en contextos de constante
transformación social, cultural y religiosa. Un aporte significativo de esta
introducción es el de provocar la reflexión, tanto por la fundamentación
teológica —sugestiva y actual— que presenta, como por las preguntas que formula
sobre los desafíos y las posibilidades de la misión hoy frente a las
transformaciones ya mencionadas y los grandes temas de nuestra época: la
pobreza y la idolatría del mercado, el desplazamiento de enormes mayorías de la
humanidad en situación de postergación y exclusión, la integridad de la
creación en medio de los graves desequilibrios ecológicos provocados por el ser
humano, entre otros.
Oración de apertura en la reunión del Comité Central del CMI |
El cuerpo del documento busca proponer caminos para esa
reflexión. Está articulado en cuatro apartados. El primero, Espíritu de misión: Soplo de vida (nn.
12-35), destaca la centralidad del Espíritu en la tarea evangelizadora,
llevándonos a redescubrir nuestra acción misionera como participación en el
amor de Dios por la creación entera (la missio
Dei).
El segundo apartado lleva por título Espíritu de liberación: la misión desde los márgenes (nn. 36-54);
pone de manifiesto el creciente protagonismo de los grupos marginados tanto en
los procesos de transformación social como en la acción evangelizadora de las
iglesias, y se hace eco de una concepción integradora de la misión que alcanza
a cada aspecto de la vida humana y la vida de todo ser humano, hasta abrazar
incluso la creación entera.
El
tercer apartado, Espíritu de comunidad:
la Iglesia en marcha (nn. 55-79), pone la mirada sobre las consecuencias para la vida
eclesial de la misión vivida así como se la describe en las secciones
anteriores. La condición histórica de la vida eclesial (con sus luces y
sombra), la relación entre misión y unidad de las iglesias, y la renovación de
las comunidades locales en el espíritu y la práctica de la misión, son los
principales temas abordados por el documento.
El último apartado, Espíritu
de Pentecostés: buena noticia para todos (nn. 80-100), sugiere ámbitos en
los que la evangelización ha de encontrar nuevos caminos para ser fecunda hoy: la
vuelta a las fuentes del evangelio y al estilo de Jesús, el testimonio
cristiano en sociedades de pluralidad religiosa, el desafío siempre actual de
la inculturación y la relación entre el único evangelio y la diversidad de las
culturas.
Preparar el banquete e invitar a la fiesta de la vida
Una buena síntesis del contenido y, sobre todo, del espíritu
del documento la encontramos en los párrafos conclusivos, Fiesta de la vida: Afirmaciones finales (nn. 101-112).
«Somos servidores del Dios Trino y Uno, que nos confió la
misión de proclamar las buenas nuevas a toda la humanidad y a toda la creación,
especialmente a las personas oprimidas y a las que sufren, y que anhelan la
plenitud de vida. La misión —como testimonio común de Cristo— es una invitación
a “sentarnos a la mesa en el reino de Dios” (Lucas 14:15). La misión de la
iglesia consiste en preparar el banquete e invitar a toda persona a festejar la
vida. Esta fiesta es una celebración de la creación, y de la fecundidad que
rezume del amor de Dios, fuente de la vida en abundancia. Es un signo de la
liberación y la reconciliación de toda la creación, que es el objetivo de la
misión» (n. 101).
El documento recoge entonces, en diez enunciados breves, las
principales consecuencias de una concepción renovada de la misión para nuestro
tiempo:
Afirmamos que el objetivo de la misión de Dios es la plenitud de vida (Juan 10:10) y éste es el criterio de discernimiento en la misión. (n. 102)
Afirmamos que la misión comienza con un acto creador de Dios y que continúa en constante recreación por el poder vivificante del Espíritu Santo. (n. 103)
Afirmamos que la espiritualidad es la fuente de energía para la misión y que la misión en el Espíritu es transformadora. (n. 104)
Afirmamos que la misión del Espíritu de Dios es renovar toda la creación. (n. 105)
Afirmamos que hoy existen nuevos movimientos misioneros en el Sur y en el Este del mundo, que tienen múltiples facetas y tienden hacia múltiples direcciones. (n. 106)
Afirmamos que las personas marginadas son agentes de misión y ejercen una función profética que pone de relieve que la plenitud de vida es para toda persona. (n. 107)
Afirmamos que la economía de Dios está basada en los valores de amor y de justicia para toda persona, y la misión transformadora se opone a la idolatría de la economía de libre mercado. (n. 108)
Afirmamos que el Evangelio de Jesucristo es la buena nueva en todo tiempo y lugar, y debe proclamarse en el Espíritu de amor y humildad. (n. 109)
Afirmamos que el diálogo y la cooperación por la vida son partes integrantes de la misión y la evangelización. (n. 110)
Afirmamos que Dios hace avanzar a la iglesia en la misión y le da el poder y los medios para llevarla adelante. (n. 111)
Documento completo
Leer en línea o descargar. [pdf, enlace externo]
Notas relacionadas
• Presentación del documento por el Metropolita
Geevarghese Mor Coorilos, obispo de la Iglesia Ortodoxa Siriana de Antioquía y moderador
de la Comisión de Misión Mundial y Evangelización (CMME). Leer aquí. [enlace externo]
• Newsletter del CMI
sobre Evangelización, octubre 2012, dedicado al documento. Leer o descargar aquí. [pdf, inglés, enlace externo]