31 de octubre de 2013

El secretario general del CMI ve esperanza para el movimiento ecuménico

Olav Fykse Tveit, secretario general del CMI
En medio de acontecimientos dramáticos, injusticias y crisis en el mundo, Dios está creando una “nueva aurora” para el movimiento ecuménico, dijo el Rev. Dr Olav Fykse Tveit, secretario general del Consejo Mundial de Iglesias (CMI). Lo dijo al presentar su informe a la 10ª Asamblea del CMI sobre el trabajo del Consejo en los últimos siete años. Y celebró la llegada de esta Asamblea, que espera sea un acontecimiento de humildad, honestidad y esperanza.

Tveit se dirigió a los más de dos mil participantes en la Asamblea del CMI el 30 de octubre, día de apertura de los diez días de asamblea en Busan, República de Corea.

La asamblea se centra en el tema “Dios de vida, condúcenos a la justicia y la paz”.

Tveit introdujo a los participantes en las iniciativas que el CMI ha tomado para fortalecer la búsqueda de la unidad y la solidaridad cristianas, promoviendo la paz justa, la misión, el compromiso en el testimonio público y diaconía, la formación ecuménica, la unión de mujeres y hombres, y la espiritualidad de la peregrinación, entre otros muchos proyectos.

Tveit habló sobre el “valor agregado” realmente único del CMI que, según dijo, se deriva de “la experiencia de las iglesias” que contribuyen en diversos contextos a “la comprensión de la dignidad humana, los derechos humanos, la libertad religiosa y la paz”. Dijo que la presencia del CMI entre otras organizaciones internacionales en Ginebra también representa el “valor agregado” del CMI para la iglesia y la sociedad.

El CMI incluye 245 iglesias miembro, que representan a numerosas denominaciones y tradiciones cristianas de todo el mundo.

Solidaridad y unidad cristianas

En su mensaje, Tveit expresó su apreció por la marcada diversidad en la constitución del CMI. Dijo que las iglesias se han “reunido aquí desde muchos lugares y culturas. Con nuestra diversidad traemos historias, experiencias, esperanzas, oraciones y visión. Traemos también nuestro dolor, nuestros desafíos, y nuestros anhelos de justicia y paz”.

Haciendo referencia a la solidaridad con pueblos e iglesias en areas de conflicto, Tveit dijo: “Estamos particularmente llamados, como comunidad mundial de cristianos, a estar en solidaridad” con quienes viven en las “tierras donde la historia de nuestra fe comenzó y se desarrolló”.

“Pensamos especialmente en Irak, Egipto, Siria y Palestina. Con ellos, creemos que el camino hacia la paz consiste en avanzar hacia una cultura y una práctica de la democracia y la ciudadanía, con igualdad de derechos para todos”, dijo Tveit.

“La solidaridad cristiana no puede ser excluyente”, agregó.

Tveit habló además sobre la asamblea que se desarrolla en Asia, a la que llamó “continente de crecimiento”. “Es también –continuó– un continente marcado por muchas preocupaciones sobre la protección de la vida de los seres humanos y la naturaleza, y muchas familias que no pueden compartir el crecimiento y las esperanzas de otros”. Y se refirió en particular a la situación de las personas que viven en la península de Corea dividida entre norte y sur.

Desde la última asamblea del CMI en Brasil, dijo Tveit, muchos desafíos se han presentado. Sin embargo, agregó, “es digno de remarcar que, incluso con menos recursos y muchos desafíos, estos años han sido también un tiempo de rica cosecha”.

Concluyó invitando a los participantes de la Asamblea a “caminar juntos” en vistas de “la paz justa” de modo que “la peregrinación pueda comenzar”.



Informe completo del Secretario general del CMI [español, pdf, enlace externo].
Discurso completo del Secretario general del CMI a la Asamblea [inglés, enlace externo].



Texto e imagen: © 2013 World Council of Churches
Traducción: Comisión diocesana de ecumenismo