23 de marzo de 2013

Justin Welby inicia su ministerio como Arzobispo de Canterbury, primado de la Comunión Anglicana


El pasado jueves 21 de marzo, el Reverendísimo Justin Welby inició su ministerio como Arzobispo de Canterbury, primado de la Iglesia (anglicana) de Inglaterra y de la Comunión Anglicana que reúne cerca de 80 millones de creyentes en el mundo entero.

Es el 105 Arzobispo de Canterbury, elegido para suceder a Rowan Williams tras su renuncia de en noviembre pasado. Tiene 57 años, está casado y es padre de tres hijas y dos hijos. Habiéndose educado en algunos centros de estudios más prestigiosos de su país, graduado en Historia y Derecho, Welby trabajó en la industria petrolera antes de comenzar su formación para el ministerio pastoral. Durante poco más de un año fue obispo de Durham, en el norte de Inglaterra, tarea en la que se desempeñaba cuando fue electo para el ocupar la sede de Canterbury.

Abiertamente crítico del capitalismo y de las prácticas poco éticas de la banca y la industria en general, Welby aparece como una figura de gran carisma y con grandes dones pastorales, capaz de dialogar con el complejo mundo contemporáneo, de ofrecer un examen crítico y orientaciones precisas en el ámbito de la ética (especialmente en el terreno social y político), y de conducir a la Comunión Anglicana en este momento de muchas tensiones internas que han llegado incluso a poner en riesgo la unidad de las Iglesias autónomas que la componen.

El camino hacia el inicio del ministerio (llamado también inauguración o entronización) es largo y complejo. Comenzó con la elección y la aceptación de su nombramiento a fines del año pasado, y concluyó este jueves con la celebración de su entronización en la sede de la Iglesia Catedral de Canterbury, símbolo de su ministerio episcopal, y en la sede llamada de san Agustín, conservada en la misma catedral, símbolo de su rol de primado anglicano.

La fecha elegida no podía ser menos significativa. La Iglesia de Inglaterra celebra en ese día la memoria del Arzobispo Thomas Cranmer (s. XVI), que ocupó la misma sede de Canterbury durante la Reforma de la Iglesia de Inglaterra y fue el principal responsable del Libro de la Oración Común (la liturgia de esta iglesia); el 21 de marzo es también el día de san Benito, abad, padre de monjes en Occidente (s. VI). Si la primera conmemoración resulta significativa para todos los miembros de la Iglesia Anglicana, la segunda es especialmente cercana a Welby, oblato benedictino desde hace varios años.

A partir de ahora, Justin Welby se desempañará en las diversas responsabilidades propias del Arzobispo de Canterbury, responsabilidades que han ido evolucionando a lo largo de más de 1400 años de historia. Su tarea primera, origen de todas las demás, es la de Obispo de la Diócesis de Canterbury (con una población de casi 900 mil personas y 261 parroquias). Como Arzobispo de esa diócesis es, además, el Primado de toda Inglaterra, el «primero entre iguales» y, junto con el Arzobispo de York, tiene la tarea de «supervisar» todas las Diócesis de la Iglesia Anglicana en el territorio de Inglaterra. Basado en este ministerio, el Arzobispo de Canterbury se fue convirtiendo con el paso de los siglos en el signo de la unidad de los Obispos y las diócesis de toda la Comunión Anglicana, conformada por 34 jurisdicciones («provincias») autónomas en comunión con la Sede de Canterbury desde hace unos 200 años. Hoy, el Arzobispo es el foco de unidad y el vocero de la Comunión, pero comparte estas tareas con otras personas y servicios representativos de la diversidad de iglesias en comunión. A su vez, aunque no tiene un rol formal al respecto, es uno de los principales rostros visibles de la Comunión Anglicana en el diálogo ecuménico e interreligioso.



Comisión Diocesana de Ecumenismo, Relaciones con el Judaísmo, el Islam y las Religiones. Diócesis de Quilmes.